El autismo es un trastorno del desarrollo que afecta la comunicación, la interacción social y el comportamiento. Aproximadamente 1 de cada 59 niños en los Estados Unidos tiene autismo, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Uno de los comportamientos que los niños con autismo pueden presentar es una marcha atípica o lenta, que puede ocurrir por varias razones.
Factores que afectan la forma en que caminan los niños con autismo
- Problemas motores: los niños con autismo tienen una mayor probabilidad de tener problemas motores. Los problemas motores pueden afectar su equilibrio, coordinación y fuerza, lo que puede hacer que caminar sea más difícil.
- Sensibilidad sensorial: algunos niños con autismo pueden ser hipersensibles o hiposensibles a diferentes estímulos, como el sonido, la luz o la textura. Si un niño es hipersensible a la textura del suelo, por ejemplo, puede caminar con más cuidado y lentitud para evitar una sensación desagradable.
- Necesidad de rutina: los niños con autismo pueden tener una necesidad más fuerte de seguir una rutina. Si se sienten cómodos caminando de una manera particular, pueden ser reacios a cambiar su estilo de caminar, incluso si no es la forma más eficiente.
Síntomas de una marcha atípica en niños con autismo
Algunos síntomas de una marcha atípica en niños con autismo incluyen:
- Caminar en los dedos de los pies
- Movimientos torpes o descoordinados
- Caminar con una velocidad o paso irregular
- Mantener la cabeza hacia abajo o hacia arriba mientras camina
Tratamiento para niños con autismo y una marcha atípica
El tratamiento para una marcha atípica en niños con autismo puede variar. Algunas opciones incluyen:
- Terapia física: un terapeuta físico puede trabajar con el niño para mejorar su equilibrio, coordinación y fuerza. La terapia física también puede incluir la enseñanza de técnicas de caminar más eficientes.
- Terapia ocupacional: un terapeuta ocupacional puede ayudar al niño a aprender a procesar y responder a diferentes estímulos sensoriales, lo que puede hacer que caminar sea más fácil y menos estresante.
- Sillas de ruedas o dispositivos de asistencia a la movilidad: si un niño tiene dificultades graves para caminar, puede necesitar una silla de ruedas, un andador u otro dispositivo de asistencia a la movilidad.
- Intervenciones conductuales: algunas intervenciones conductuales pueden ayudar a los niños con autismo a aprender a caminar de manera más eficiente y efectiva.
Conclusión
La marcha atípica en niños con autismo puede ser un síntoma frustrante que puede hacer que caminar sea más difícil. Sin embargo, hay varias opciones de tratamiento disponibles que pueden ayudar a los niños a caminar con mayor facilidad y comodidad. Si su hijo tiene una marcha atípica, hable con su médico para determinar el mejor curso de acción.
Fuente:
«Autismo: cómo se diagnostica». Mayo Clinic, 23 de abril de 2020.