Pregunta: Mi hijo de tres años ha comenzado a repetir muchas palabras y sonidos, creo que mi hijo tartamudea ¿es esto normal? ¿Debería estar preocupada? o se está desarrollando normalmente.
Muchos niños de entre 3 y 6 años pasan por una etapa de desarrollo en la que tartamudean. La tartamudez es una forma de hablar con falta de fluidez y una interrupción en el flujo del habla. Los niños suelen repetir palabras y frases completas y pueden introducir sílabas como «huu» y «mmm» en su conversación. A esto se le denomina como «falta de fluidez» que es algo normal en esas edades.
Los niños de esta edad todavía están aprendiendo a hablar, desarrollando la coordinación de los músculos utilizados para hablar, aprendiendo nuevas palabras, insertando palabras en oraciones y descubriendo cómo se pueden usar sus palabras para hacer preguntas e influir en los resultados. Aunque muchos padres están preocupados, a medida que crecen, la mayoría de estos niños dejan de tartamudear y hablan normalmente.
¿Qué es la tartamudez?
Muchos autores están completamente en desacuerdo con la definición de tartamudeo.
Hablando de tartamudez, primero deberíamos hablar de lo siguiente:
¿Qué hace una persona que tartamudea? ¿Cómo se siente una persona que tartamudea? ¿Qué piensa una persona que tartamudea? ¿Qué necesita una persona que tartamudea? ¿Y quién tartamudea con intención?
El profesor Zbigniew Tarkowski señala que los tartamudos no son analfabetas o que no saben componer un discurso, sino que los períodos del habla son muy cambiantes por lo que hace que las composiciones de discursos se tornen extrañas para los oyentes.
- La tartamudez es una habilidad que se aprende, no innata.
- La tartamudez no es una condición, sino una cualidad.
- El punto se realiza con mayor frecuencia en un discurso espontáneo.
- El tartamudeo se produce en relación con el oyente «evaluador»
- La evaluación del oyente se convierte en el «autor» del tartamudeo
¿Cuáles son las causas de la tartamudez?
Las causas de la tartamudez no se conocen con exactitud, es una condición muy complicada. Sin embargo, se conoce más sobre el contexto que rodea esta. Por ejemplo, el estrés puede afectar la tartamudez. Para ser claros: el comportamiento de los padres no causa tartamudeo, pero a través de su angustia la puede aumentar.
Mi hijo tartamudea ¿Qué hago? Realidad: Tres veces más niños tartamudean que niñas.
Las primeras señales
Los primeros signos de tartamudeo pueden aparecer después del segundo año o cuando un niño comienza a insertar palabras en las oraciones. Puede resultar aburrido para los padres, pero es una etapa normal del desarrollo del lenguaje. Es mejor tener paciencia con su hijo y ser cuidadoso, atento e informado durante los años de infancia. Un niño puede tener problemas del habla durante algunas semanas o varios meses, y los síntomas desaparecen y pueden reaparecer.
Años escolares
A medida que los niños ingresan a la escuela primaria, sus habilidades de comunicación se refinan. Si un niño en edad escolar continúa tartamudeando puede darse cuenta del problema y puede avergonzarse de él haciendo que los compañeros de clase o amigos puedan llamar la atención. Aunque los niños con tartamudez crónica también pueden recibir tratamiento con estrategias de aprendizaje que pueden mejorar la comunicación.
¿Cuando pedir ayuda?
Mi hijo tartamudea ¿Qué hago?
Su hijo puede tomar una intervención profesional si:
- Están preocupados o ansiosos cuando hablan
- Se exageran las repeticiones de palabras y frases completas
- Las repeticiones de sonidos y sílabas son más comunes
- Su niño parece tener dificultad para hablar
- Nota un aumento de la tensión facial o rigidez en los músculos del habla
- Note la tensión vocal que aumenta el tono o el volumen
- Tu hijo evitará situaciones en las que debería hablar
- Si la lengua de su hijo está marcada con alguno de estos signos de advertencia, debe consultar a un terapeuta del habla en la escuela de su hijo o en el consultorio del médico
Que pueden hacer los padres si Mi hijo tartamudea ¿Qué hago?
- No le pida a su hijo que siempre hable correctamente.
- Haga que la conversación sea divertida y agradable.
- Utilice las comidas familiares como tiempo para conversar.
- Evite distracciones como el celular, la tv o radio.
- Evite las correcciones o críticas como «desacelere», «tómese su tiempo» o «respire hondo». Estos comentarios harán que su hijo crea que está haciendo algo mal.
- Evite dejar que su hijo hable o lea en voz alta si se siente incómodo con él o si sus habilidades lingüísticas están aumentando.
- No le diga a su hijo que repita o que vuelva y lo diga
- Tampoco le diga que piense antes de hablar.
- Proporcione un entorno de vida pacífico. Intente llevar una vida tranquilizada o lo que se le conoce como el movimiento “slow”
- Hable despacio y con claridad cuando le hable a su hijo en presencia de personas.
- Mantenga un contacto visual natural con su hijo. Trate de no mirar hacia otro lado ni mostrar signos de enojo.
- Deje que su hijo hable consigo mismo y déjelo terminar sus pensamientos y oraciones sobre él. Tómese un descanso antes de responder a las preguntas o comentarios de su hijo.
- Cuando su hijo tenga más fluidez, fomente actividades que no requieran mucha conversación.
- Habla con tu hijo lentamente. ¡Se necesita práctica! Modelar una velocidad lenta del habla mejorará sus habilidades para hablar.
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