La disfemia denominada tartamudez es un trastorno del habla caracterizado por la repetición frecuente de sonidos, sílabas o palabras.
Si bien es cierto, no existen estudios concluyentes que expliquen psicológicamente las causas de esta condición, a nivel neurológico se atribuyen a factores de riesgo, como accidente cerebrovascular, traumatismo craneoencefálico y otros trastornos cerebrales. que provocan cambios o alternancias en el habla.
Tratamiento de la tartamudez en los niños
Es difícil como padres aceptar los problemas de nuestros hijos, queremos que sean perfectos y felices; verlos sufrir y limitarse les genera frustración; pero es una de las tareas de los padres: aceptar a nuestros hijos como son y no pretender hacerlos como nos gustan. Por eso no se le debe corregir ni obligar a hablar bien. Es recomendable ignorar su tartamudeo y charlar con él cuando lo veas hablando normalmente. Es importante no exigir lo que está más allá de tus posibilidades.
Los niños suelen recuperarse de la tartamudez sin demasiado esfuerzo. Aunque la tartamudez es común en los niños, se vuelve menos común con la edad. Cuando se convierte en un problema, debe buscar tratamiento profesional. Puedes acudir a un logopeda, te ayudará a pronunciar las letras y palabras que más te cuestan, lo que te puede dar la confianza para sentirte en control de tu aparato del habla y solucionar el problema. Si eso no te funciona, acude a un psicólogo, él te dará un tratamiento más completo de las complicaciones de ansiedad, y de las complicaciones personales y familiares que han girado en torno a la tartamudez.
¿Por qué se produce la tartamudez infantil?
Hay indicios de un componente genético. De hecho, al mirar los antecedentes familiares del niño, uno puede encontrar a alguien que haya sufrido disfemia. Además, se sabe que existen diferencias en la lateralización del lenguaje. En los niños fluidos existe una mayor lateralización del habla hacia el hemisferio derecho, mientras que en los niños tartamudos predomina la lateralización izquierda.
Sin embargo, a pesar de la herencia, se sabe que las dificultades para hablar con fluidez son frecuentes en los primeros años de vida pero generalmente desaparecen después. Por lo tanto, también es importante considerar los factores que pueden mantener este comportamiento a largo plazo.
Señales de tartamudeo repentino en niños
Algunas de las señales de alarma que debemos identificar y vigilar con atención son:
- Repetición de palabras o frases en número y frecuencia
- Cambios repentinos en la intensidad y frecuencia de la voz.
- Notoria vergüenza de hablar en público.
- Esfuerzo evidente del niño para hablar.
- Tensión corporal
- Tiende a cambiar de palabra por miedo a ser bloqueado.
- Participa poco en las actividades escolares por miedo a las burlas.
- Tiene cierto miedo a ciertas situaciones cotidianas a la hora de hablar.
