Expertos afirman que la tartamudez en los niños se puede corregir el 80% de las veces.
Muchos niños pequeños atraviesan un período entre los 2 y los 5 años en el que tartamudean.
La tartamudez les puede generar:
- repetir ciertas sílabas, palabras o frases
- alargar las palaras en la conversación
- bloquearse, no emitir sonidos o sílabas
¿Qué es la Tartamudez en los niños?
La tartamudez es una alteración del habla que se evidencia en repetidas interrupciones del dialogo, conocida como disfluencia del lenguaje o disfemia.
En muchos casos, la tartamudez desaparece por sí sola alrededor de los 5 años; en algunos niños, la tartamudez dura más. Hay tratamientos efectivos disponibles para ayudar a su hijo a superar la tartamudez.
Causas de la Tartamudez en niños
Los médicos y científicos no saben por qué algunos niños tartamudean. La mayoría de los expertos creen que hay varios factores que contribuyen a la tartamudez, como un problema en la forma en que los mensajes del cerebro interactúan con los músculos y las partes del cuerpo que están acostumbradas a hablar.
Muchos de ellos creen que la tartamudez puede ser genética. Los niños que tartamudean tienen tres veces más probabilidades haber tenido un pariente cercano que tartamudea o que tuvo tartamudez.
¿Cómo saber si mi hijo tiene tartamudez?
Los primeros signos de tartamudeo suelen aparecer entre los 18 y los 24 meses de edad. Es en esta edad donde el vocabulario aumenta y los niños comienzan a poner palabras en oraciones. La tartamudez puede ser molesta y frustrante para los padres, pero es normal que los niños tartamudeen en este punto. Sea lo más paciente posible con su hijo.
Un niño puede tartamudear durante semanas o meses, y el tartamudeo puede aparecer y desaparecer. La mayoría de los niños que comienzan a tartamudear antes de los 5 años lo dejan sin ayuda, como la terapia del habla.
Sin embargo, si tu hijo tartamudea mucho, empeora o se acompaña de movimientos de la cara o del cuerpo, es recomendable acudir a un logopeda a partir de los 3 años aproximadamente.
La tartamudez se reduce a medida que los niños ingresan a la escuela primaria y mejoran sus habilidades de comunicación. Un niño en edad escolar que sigue tartamudeando probablemente sea consciente de su problema y se avergüence de él. Sus amigos y compañeros de clase pueden llamar la atención sobre él porque tartamudea e incluso lo molesta.
Si este es el caso de su hijo, hable con el maestro que puede discutir el tema con los niños en clase. Además, el profesor también puede reducir las situaciones estresantes en las que su hijo tiene que hablar hasta el inicio de las sesiones de logopedia.
¿Cuándo pedir ayuda si mi hijo tiene tartamudez?
Si su hijo tiene 5 años y todavía tartamudea, hable con su médico o patólogo del habla. Consulte a un patólogo del habla y el lenguaje si su hijo:
- cambia sus palabras por miedo a tartamudear
- Trata de evitar situaciones que requieran una conversación.
- repite sonidos y sílabas con más frecuencia
- Tener movimientos faciales o corporales con tartamudeo
- su habla suena forzada
- repite palabras y oraciones completas con frecuencia y regularidad
- Nota un aumento de la tensión en la cara o en los músculos que usa para hablar.
- percibe una tensión vocal que lleva a hablar cada vez más alto
- Tiene otras inquietudes sobre el idioma de su hijo
La mayoría de las escuelas ofrecen pruebas y tratamientos adecuados si la tartamudez dura 6 meses o más.
¿Cómo ayudar a mi hijo con la Tartamudez?
Pruebe estos pasos para ayudar a su hijo:
- No espere que su hijo siempre hable correctamente o con precisión. Haga que la conversación sea divertida y agradable para su hijo.
- Disfrute de cenas familiares para entretenerse. Evite distracciones como la radio o la televisión.
- Evite correcciones o críticas como «hable más lento«, «tómese su tiempo» o «respire hondo«. Este tipo de comentarios, incluso con buenas intenciones, solo harán que su hijo se sienta más ansioso y / o avergonzado.
- Evite dejar que su hijo hable o lea en voz alta si se siente incómodo o si aumenta su tartamudeo. Por el contrario, durante estos momentos, anímelo a participar en actividades que no requieran que hable mucho.
- No interrumpa a su hijo y dígale que comience de nuevo.
- Ni siquiera le digas que piense antes de hablar.
- Intente crear un ambiente tranquilo en su hogar. Intente ralentizar el ritmo de la vida familiar.
- Hable despacio y con claridad cuando le hable a su hijo en presencia de personas.
- Mantenga contacto visual con su hijo. Trate de no mirar hacia otro lado o impacientarse cuando escuche a su hijo.
- Deje que su hijo hable solo, termine sus pensamientos y termine sus oraciones. Tómese un descanso antes de responder a los comentarios o preguntas de su hijo.
- Háblele despacio a su hijo. ¡Se necesita práctica! Una velocidad lenta del habla actuará como un modelo a seguir para su hijo y lo ayudará a hablar con más fluidez.
